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 A veces cuando los dueños de empresas le preguntan a su gente ¿cuánto estamos ganando en nuestro negocio? En la mayoría de las veces las caras de sus colaboradores son indescriptibles y no porque no sepan calcularlo, sino porque no pueden responder con cierta precisión que las rentabilidades están dentro de un rango aceptable. Podría significar la quiebra de una empresa o entrar en un círculo vicioso sin respuesta, tratando de mirar hacia la organización quién debe responder esta pregunta tan sencilla, pero compleja en su ejecución.

 

Tal como dice la última parte, “compleja en su ejecución” las partes de una empresa llámense departamentos, áreas, gerencias, otros son los responsables en su totalidad que la respuesta esté en manos de los dueños o gerentes generales que son los que toman las decisiones y empujan con sus directrices hacia un camino sin fin o hacia la caída de un abismo con un golpe sin retorno  sobre la tierra. 
¿Cómo no quisiera un dueño saber que la línea del producto X tiene una rentabilidad del 15% y que la información que maneja le da una seguridad que su negocio es bueno?  Estas preguntas deben tener una respuesta en la información diaria que maneja una empresa, sin ellas pueden implicar una serie de decisiones incorrectas y de encontrar empresas sin rumbo o que la tienen, pero no saben si están ganando para los dueños o están haciendo un sacrificio extraordinario para sobrevivir, palabra que no es del agrado de todos. ¿Cuántas empresas han caído en este vicio de responder de qué me sirve conocer los costos, las utilidades del negocio si yo tengo que vender? 
Esto lo han dicho varios dueños de empresas que hoy aclaman por un financiamiento para sobrevivir. La idea es que dicha información se utilice en la forma correcta para que mejore la calidad de vida del empresario, de su familia y de sus empleados, ser eficaces no es tan difícil pero llegar a la eficiencia es un escalón superior, pero que se puede llegar sólo cuando se parte hacia un camino de la excelencia la cuál es contagiosa y que nunca se desembarca cuando el corazón de la empresa lo considera una necesidad y no una obligación.
La información con precisión es básica para que una empresa que hoy esté vigente pueda saltar hacia el crecimiento con el fin de que la palabra sinergia cobre su verdadero valor.